Limpieza dental: ¿Qué esperar de tu visita al dentista para una limpieza?
Una limpieza dental regular en el consultorio del dentista es esencial, no es solo un hábito saludable.
La limpieza dental es una necesidad para mantener una buena salud bucal. Porque incluso con una higiene bucal adecuada, es común la formación de placa bacteriana y sarro. Esta se acumula cerca de las encías y en la base de los dientes, provocando enfermedades gingivales.
En efecto, realizar limpiezas dentales frecuentes es la forma más efectiva de prevenir enfermedades como la gingivitis y la periodontitis. Lo que es clave para evitar la pérdida de piezas dentales a largo plazo.
Además, con la limpieza dental se remueven manchas en los dientes causadas por el café, el tabaco y otros agentes.
Habiendo dejado claro la necesidad de las limpiezas dentales, la pregunta ahora es; ¿cómo se hace una limpieza dental? ¿Qué puedes esperar que pase en el consultorio del dentista si es tu primera vez? Bueno, de eso vamos a hablar a continuación.
¿Qué hace el dentista en una limpieza dental?
Una limpieza dental profunda es una práctica común en los exámenes dentales que usualmente se llevan a cabo dos veces por año. Estas limpiezas son realizadas por un higienista dental, aunque tu dentista general también puede hacerlas.
El proceso típico de una limpieza dental incluye 5 pasos:
Inspección de la boca. El dentista usará un espejo pequeño para revisar tus dientes y encías, identificando cualquier señal de problema.
Remoción de placa y sarro. Con un raspador, el odontólogo limpiará tus dientes para quitar placa y sarro. El tiempo que tome dependerá de la cantidad de acumulación.
Pulido de los dientes. Se utiliza un cepillo eléctrico de alta potencia y una pasta dental granulada para pulir tus dientes minuciosamente y eliminar residuos de sarro restantes.
Uso de hilo dental. El dentista pasará hilo dental entre tus dientes, un paso crucial incluso para quienes usan hilo dental regularmente. Esto ayuda a detectar y sugerir mejoras si hay sangrado de encías.
Enjuague y tratamiento con flúor: El último paso puede ser un enjuague o un tratamiento con flúor, un mineral que refuerza los dientes contra la caries. Si el dentista lo cree necesario, podría recomendar un tratamiento con flúor.
Tras estos pasos, tu dentista realizará una revisión final, te dará recomendaciones de higiene bucal y resolverá cualquier duda que tengas.
¿Cada cuánto debes ir a hacerte una limpieza dental?
Para preservar la salud dental, se recomienda realizar limpiezas dentales profesionales en el consultorio cada seis meses, tanto para adultos como para niños.
Si tu salud oral lo requiere, tu dentista podría sugerir limpiezas adicionales. Esto es especialmente relevante para personas con un historial o un alto riesgo de enfermedad periodontal o gingivitis.
Las mujeres embarazadas y quienes padecen enfermedades crónicas que afectan la salud oral también podrían necesitar limpiezas más frecuentes.
Así que la frecuencia con la que necesitas una limpieza dental depende de tu higiene bucal. Si esta es buena, limpias tus dientes 3 veces al día y usas hilo dental, puedes llegar a no necesitarla. Pero claro, eso te lo debe decir tu dentista para evitar la aparición de sarro y placa bacteriana, que complicaría tu salud oral.
Consejos para limpiarte los dientes en tu hogar
Si bien la limpieza dental se realiza mejor en un consultorio, también puedes mantener una buena salud oral en casa. Al final, el objetivo es prevenir la formación de sarro eliminando la placa.
Para reducir la placa en casa, puedes:
● Cepillar tus dientes por dos minutos, dos veces al día, utilizando pasta dental con flúor.
● Utilizar hilo dental con regularidad.
● Reducir el consumo de alimentos y bebidas azucaradas.
● Incorporar enjuague bucal en tu rutina de higiene dental.
● Evitar el consumo de productos de tabaco.
● Controlar cualquier condición de salud crónica que afecte tu salud oral.
Si conviertes estos cuidados en hábitos, podrás tener una mejor salud bucodental, requiriendo menos limpiezas profundas.
Ahora bien, hemos hablado de limpiezas básicas, pero también hay limpiezas profundas. Cuál es la diferencia entre ambas. Te lo explicamos a continuación.
Limpieza dental profunda vs. Limpieza dental básica
Existen dos tipos principales de limpiezas dentales: la limpieza básica y la limpieza profunda. Cada una de ellas cumple una función específica dependiendo de las necesidades y condiciones de salud dental del individuo.
Limpieza Básica
La limpieza dental básica es recomendada por la Academia de Odontología General cada seis meses para prevenir caries y tratar enfermedades leves de las encías.
Durante esta limpieza, el dentista usa herramientas como raspadores y pulidores. Así, como ya vimos, puede remover el sarro que se acumula, sobre todo, en la superficie de los dientes, aunque también a lo largo de la línea de las encías. El proceso es el que ya te explicamos arriba. Esta limpieza es suficiente para mantener una buena salud oral en personas sin problemas de encías graves.
Limpieza Profunda
Por otro lado, la limpieza profunda se recomienda cuando hay evidencia de enfermedad periodontal. Un ejemplo es cuando las "bolsas" formadas entre los dientes y las encías miden 5 mm o más.
Esta condición indica una acumulación significativa de placa bajo la línea de las encías. Algo que podría llevar a problemas más serios como infecciones o la pérdida de dientes. La limpieza profunda incluye dos procedimientos principales: desincrustación y alisado radicular.
Durante la desincrustación, el higienista limpia más profundamente la línea de las encías y las superficies de los dientes. El alisado radicular implica eliminar el sarro de las raíces de los dientes, ayudando a suavizarlas y a prevenir la acumulación futura de placa.
Además, puede incluir el uso de antibióticos para prevenir infecciones posteriores.
En resumen, la limpieza básica es adecuada para mantenimiento regular y prevención en personas con bajo riesgo dental. En cambio, la limpieza profunda es crucial para tratar condiciones graves y evitar complicaciones serias de enfermedades periodontales.
Ambos tipos de limpieza son esenciales para mantener una buena salud bucal. Sin embargo, la elección entre una y otra depende del estado actual de tu salud dental y las recomendaciones de tu dentista.
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