La ortodoncia, además de transformar sonrisas, tiene la capacidad de mejorar la funcionalidad bucal y la salud general. Aun así, no basta con la aplicación de técnicas avanzadas para conseguir el éxito de los tratamientos, también se precisa de una evaluación continua y meticulosa.

Gracias a ello, es posible adaptar el tratamiento a las necesidades individuales del paciente y sus expectativas. De esta forma, cada paso del proceso contribuirá en su bienestar y confianza en sí mismo,

Conoce más detalles a continuación.

Una mirada a los tratamientos de ortodoncia

La ortodoncia se define como una rama de la odontología que estudia, previene y corrige aquellas alteraciones en los dientes y mandíbula. Los tratamientos se enfocan en reparar esas irregularidades dentales y maxilofaciales, no solo para perfeccionar la estética bucal, sino también para mejorar su función.

El objetivo principal es alinear los dientes y optimizar la mordida, optimizando así la apariencia. Además, esto contribuye a una mejor higiene oral para una salud dental a largo plazo.

Dichos tratamientos tardan de 6 a 8 meses cuando las correcciones son menores. Pero si son más complejas pueden requerir hasta 3 años de tratamiento, según lo explica Sanitas.

Tipos comunes de tratamientos de ortodoncia

Existen varias técnicas o tratamientos ortodóncicos que se aplican para corregir los dientes. Cada uno está diseñado para adaptarse a las necesidades y preferencias de los pacientes, entre ellas están:

●      Los brackets metálicos. Son los más convencionales y conocidos. Consisten en pequeños soportes que se unen a cada diente y se conectan a través de un arco, los cuales ejercen una presión gradual hacia la posición deseada.

●      Los brackets de cerámica. Esta es una opción menos visible, puesto que se pueden camuflar con el color natural del diente.

●      Los alineadores transparentes. Son una de las alternativas más modernas y discretas a los típicos brackets. Estos son prácticamente invisibles y pueden quitarse para comer y cepillarse los dientes, por lo que suelen ser muy populares entre los adultos jóvenes y profesionales.

Cualquiera de estos métodos tienen como objetivo:

●      Corregir los dientes apiñados.

●      Cerrar los espacios entre dientes.

●      Reparar las sobremordidas o las mordidas abiertas, etc.

Esto nos dice que la ortodoncia busca asegurar que los componentes de la boca funcionen en sincronía. Desde los dientes y las encías hasta la mandíbula y las articulaciones.

Así cada sonrisa luce más bella y también más saludable.

Parámetros para evaluar los tratamientos de ortodoncia

La evaluación sobre la eficacia de un tratamiento de ortodoncia viene acompañado de varios criterios. Mismos que son fundamentales para determinar si tendrá o no éxito y garantizar la satisfacción del paciente.

Los parámetros a tener en cuenta incluyen:

Estética y alineación dental

De acuerdo con una investigación de la Universidad de Kansas, publicada en la revista Psychological Science, sonreír contribuye a la recuperación tras situaciones de estrés. Y uno de los criterios principales de la ortodoncia es la apariencia visual de la sonrisa del paciente.

La evaluación estética considera la alineación correcta de los dientes, su proporción y también su simetría con respecto a las líneas faciales. El propósito es lograr una sonrisa armoniosa que se ajuste a las características faciales del paciente de forma natural.

Funcionalidad y salud bucal

Dejando a un lado la apariencia, la ortodoncia ha de mejorar la funcionalidad bucal. Esto incluye la alineación correcta de los dientes, la cual es vital para acciones básicas como hablar o masticar.

También facilita una mejor higiene, y, por ende, una disminución del riesgo de caries y enfermedades periodontales.

Satisfacción del paciente

La percepción que tiene el paciente sobre el tratamiento aplicado es un indicador clave de éxito. No se trata nada más del placer por el resultado estético, sino también de la comodidad durante el proceso y el nivel de mejora en la calidad de vida.

Para medir todos estos criterios, se suelen usar herramientas y técnicas avanzadas. Por un lado, las imágenes digitales y las radiografías ofrecen una vista detallada, tanto de la estructura ósea como de los dientes.

Los modelos 3D por su parte, hacen posible que la planificación y el seguimiento sean precisos respecto a los cambios en la alineación dental.

Estas tecnologías permiten una evaluación continua y detallada durante todo el proceso de tratamiento.

¿Cuáles son los objetivos de hacer una evaluación?

Hacer una evaluación tienen diversos propósitos esenciales:

●      Asegura que el objetivo de tratamiento se cumpla de manera efectiva.

●      Adapta las estrategias según sea necesario.

●      Evidencia la respuesta del paciente al tratamiento.

Una evaluación adecuada potencia los resultados estéticos y funcionales y aumenta la satisfacción del paciente significativamente.

Rol del ortodoncista durante la evaluación

El papel del ortodoncista es crucial en todas las fases del tratamiento ortodóntico.

En primer lugar, se encarga de estudiar la salud bucal del paciente antes de iniciar con el tratamiento. Hablamos de, por ejemplo, la estructura de los dientes, su mandíbula y las encías.

Además, hace revisiones completas del historial médico y dental para saber si hay una condición preexistente. De esta manera, puede diseñar un plan mucho más personalizado.

Luego de comenzar con el tratamiento, monitorea el proceso y lo modifica si cree que es necesario. Esto implica ajustar los brackets o alineadores para asegurarse de que el movimiento dental siga según lo planeado.

También guía al paciente para el cuidado correcto del aparato.

Por último, evalúa los resultados finales y hace seguimientos regulares para garantizar que la posición de los dientes se mantenga. Y si surge algún problema post-tratamiento, este se encargará de resolverlo.

En cada una de estas etapas, el rol del ortodoncista es esencial para el éxito del tratamiento y la satisfacción del paciente.

Conclusión

La evaluación meticulosa de todo procedimiento es esencial para garantizar que se cumpla con los objetivos. En este caso, tanto los estéticos como los funcionales.

Una evaluación precisa contribuye en la salud bucal, la estética dental, así como en el nivel de satisfacción general del paciente. Sin embargo, no solo el profesional debe comprometerse con el seguimiento continuo, sino también el paciente.

Es vital que mantengan una comunicación abierta y efectiva en todo el proceso, ya que así es más probable que los resultados sean satisfactorios.

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